sábado, 31 de julio de 2010

Había una vez

Un muchacho que enfermó de cáncer. Un cáncer que no tenia cura. con 17 años
y podría morir en cualquier momento. Siempre vivió en su casa, bajo el
cuidado de su madre. Ya estaba harto y decidió salir solo por una vez. le
pidió permiso a su madre y ella aceptó.
Caminando por una calle vio muchas tiendas. Al pasar por una tienda de
música; y al ver el aparador, notó la presencia de una niña muy guapa de
su edad. Fue amor a primera vista!!. Abrió la puerta y entró sin mirar
nada que no fuera ella. Acercándose poco a poco, llegó al mostrador donde
se encontraba. Lo miró y le dijo sonriente: "¿Te puedo ayudar en algo?".
Mientras el pensaba que era la sonrisa más hermosa que había visto en toda
su vida. Sintió el deseo de besarla en ese mismo instante. tartamudeando
le dijo: "Si, eeehhh, uuhhh... me gustaria comprar un CD" Sin pensar, tomó
el primero que vio y le dio el dinero. - "¿Quieres que te lo envuelva?"-
preguntó la niña sonriendo de nuevo. El respondió que si, moviendo la
cabeza; y ella fue al almacén para volver con el paquete envuelto y
entregárselo. El lo tomó y salió de la tienda.

Se fue a su casa y desde ese día en adelante visitó la tienda todos los
días para comprar un CD. Siempre se los envolvía la niña para luego
llevárselos a su casa y meterlos en su closet.
El era muy tímido para invitarla a salir y; aunque trataba, no podía.

Su mamá se enteró de esto e intentó animarlo a que se aventara, así que al
siguiente día se armó de coraje y se dirigió a la tienda. Como todos los
días compró un CD; y como siempre, ella se fue atrás para envolverlo. El
tomó el CD; y mientras ella no estaba viendo, rápidamente dejó su teléfono
en el mostrador y salió corriendo de la tienda.

Ring!!! Su mamá contestó: "Bueno?". Era la niña!.
Preguntó por su hijo; y la madre desconsolada, comenzó a llorar mientras
decía: "Que, no sabes?... Murió ayer". Hubo un silencio prolongado,
excepto los lamentos de su madre. más tarde; la mamá entró en el cuarto de
su hijo para recordarlo. Ella decidió empezar por ver su ropa, así que
abrió su closet. Para su sorpresa se topó con montones de CDs envueltos.
Ni uno estaba abierto. Le causó curiosidad ver tantos y no se resistió;
tomó uno y se sentó sobre la cama para verlo: al hacer esto, un pequeño
pedazo de papel salió de la cajita plástica. la mamá lo recogió para
leerlo y decía: "Hola!!, estas super guapo, Quieres salir conmigo?. TQM...
Sofia.
de Tanta emoción, la madre abrió otro y otro pedazo de papel en varios
CDs; y estos decían lo mismo.

jueves, 29 de julio de 2010

El águila, la liebre y el escarabajo

Estaba una liebre siendo perseguida por un águila, y viéndose perdida pidió ayuda a un escarabajo, suplicándole que le salvara.

Le pidió el escarabajo al águila que perdonara a su amiga. Pero el águila, despreciando la insignificancia del escarabajo, devoró a la liebre en su presencia.

Desde entonces, buscando vengarse, el escarabajo observaba los lugares donde el águila ponía sus huevos, y haciéndolos rodar, los tiraba a tierra. Viéndose el águila echada del lugar a donde quiera que fuera, recurrió a Zeus pidiéndole un lugar seguro para depositar sus futuros pequeñuelos.

Le ofreció Zeus colocarlos en su regazo, pero el escarabajo, viendo la táctica escapatoria, hizo una bolita de barro, voló y la dejó caer sobre el regazo de Zeus. Se levantó entonces Zeus para sacudirse aquella suciedad, y tiró por tierra los huevos sin darse cuenta. Por eso desde entonces, las águilas no ponen huevos en la época en que salen a volar los escarabajos.

Moraleja: Nunca desprecies lo que parece insignificante, pues no hay ser tan débil que no pueda alcanzarte.

miércoles, 28 de julio de 2010

Árbol de Manzanas

Hace mucho tiempo existía un enorme árbol de manzanas. Un pequeño niño lo amaba mucho y todos los días jugaba alrededor de él. Trepaba al árbol hasta el tope y el le daba sombra. El amaba al árbol y el árbol amaba al niño.

Pasó el tiempo y el pequeño niño creció y el nunca más volvió a jugar alrededor del enorme árbol.

Un día el muchacho regresó al árbol y escuchó que el árbol le dijo triste:
"¿Vienes a jugar conmigo?" pero el muchacho contestó "Ya no soy el niño de antes que jugaba alrededor de enormes árboles. Lo que ahora quiero son juguetes y necesito dinero para comprarlos".
"Lo siento, dijo el árbol, pero no tengo dinero... Te sugiero que tomes todas mis manzanas y las vendas. De esta manera tú obtendrás el dinero para tus juguetes".
El muchacho se sintió muy feliz.
Tomó todas las manzanas y obtuvo el dinero y el árbol volvió a ser feliz.

Pero el muchacho nunca volvió después de obtener el dinero y el árbol volvió a estar triste.

Tiempo después, el muchacho regresó y el árbol se puso feliz y le preguntó:
"¿Vienes a jugar conmigo?" "No tengo tiempo para jugar. Debo de trabajar para mi familia. Necesito una casa para compartir con mi esposa e hijos.
¿Puedes ayudarme?"... " Lo siento, pero no tengo una casa, pero...tú puedes cortar mis ramas y construir tu casa".
El joven cortó todas las ramas del árbol y esto hizo feliz nuevamente al árbol, pero el joven nunca más volvió desde esa vez y el árbol volvió a estar triste y solitario.

Cierto día de un cálido verano, el hombre regresó y el árbol estaba encantado. "Vienes a jugar conmigo? le preguntó el árbol. El hombre contestó "Estoy triste y volviéndome viejo. Quiero un bote para navegar y descansar. ¿Puedes darme uno?". El árbol contestó: "Usa mi tronco para que puedas construir uno y así puedas navegar y ser feliz". El hombre cortó el tronco y construyó su bote. Luego se fue a navegar por un largo tiempo.

Finalmente regresó después de muchos años y el árbol le dijo: "Lo siento mucho, pero ya no tenga nada que darte ni siquiera manzanas". El hombre replicó "No tengo dientes para morder, ni fuerza para escalar...Por ahora ya estoy viejo".
Entonces el árbol con lágrimas en sus ojos le dijo, "Realmente no puedo darte nada.... la única cosa que me queda son mis raíces muertas". Y el hombre contestó: "Yo no necesito mucho ahora, solo un lugar para descansar.
Estoy tan cansado después de tantos años". "Bueno,las viejas raíces de un árbol, son el mejor lugar para recostarse y descansar. Ven siéntate conmigo y descansa".

El hombre se sentó junto al árbol y este feliz y contento sonrió con lágrimas.

Esta puede ser la historia de cada uno de nosotros. El árbol son nuestros padres. Cuando somos niños, los amamos y jugamos con papá y mamá...

Cuando crecemos los dejamos .....sólo regresamos a ellos cuando los necesitamos o estamos en problemas... No importa lo que sea, ellos siempre están allí para darnos todo lo que puedan y hacernos felices. Tú puedes pensar que el muchacho es cruel contra el árbol, pero es así como nosotros tratamos a nuestros padres...

Valoremos a nuestros padres mientras los tengamos a nuestro lado y si ya no están, que la llama de su amor viva por siempre en tu corazón y su recuerdo te dé fuerza cuando estás cansado...